7 feb 2013

Día a día buscando el pan, (lectura recomendada)

Las familias en condición de pobreza extrema, no cuentan con ningún servicio básico para sobrevivir, ni tienen acceso a las oportunidades que brinda la sociedad para salir adelante, por lo que los gobiernos deben implementar estrategias para ayudarlas a salir de esta situación.
La agencia para la Superación de la Pobreza tiene identificadas en Risaralda 7500 familias que viven en una situación de pobreza extrema, de las cuales,  según cifras de Profamilia, en el 38% de los hogares de Risaralda hay  mujeres cabeza de hogar y en la mayoría de los casos son mujeres con más de 3 hijos menores.
Según el secretario de Desarrollo Social de Risaralda, Carlos Arturo Rave, para que estas familias puedan salir de la pobreza extrema y ser consideradas pobres, deben superar 45 logros, por lo que la Gobernación a través de la Red Unidos ayuda con programas especiales a que estas personas alcancen 21 de los 45 objetivos y lleguen a ‘mejorar’ -si es que así se puede llamar- sus condiciones de vida.
“Entre los logros están los relacionados con la vivienda, servicios públicos, salud, educación, alguna fuente de ingresos e inclusión en programas de vivienda de interés social, sin embargo, se presume que en el departamento podrían haber mil familias más sin identificar a las cuales se debe ayudar también” agregó Rave.
Programas
Dentro de los programas implementados por la Gobernación de Risaralda para contribuir con la disminución de la pobreza extrema, hay 3 etapas:
-La identificación de las familias que realmente cumplen con las condiciones de pobreza extrema en los 14 municipios de Risaralda.
-La entrega de libretas militares a hombres de Sisbén 1 que no están en condiciones de acceder a una para encontrar un empleo digno.
-Seguridad alimentaria a través del programa Crío, Siembro, Como y Ahorro, con el que se busca dar alimentos e ingresos a la población vulnerable.

Prioridad: buscar el pan
Todos los días a las 6:00 de la mañana Aureliano García*, de 28 años de edad, sale de un rancho ubicado en el centro de Pereira, en donde vive con su esposa y sus 4 hijos de 2, 4, 5 y 8 años. La familia habita allí desde hace un año y paga 5 mil pesos diarios de arriendo.
Aureliano, sale a vender dulces en un carro, con el que tiene que asegurar el arriendo y la comida para sus 4 hijos y su esposa.
Los chiclets y dulces dejan una ganancia de 50 pesos por unidad, por lo que debe vender 100 dulces diarios para completar al menos el arriendo, sin embargo, la prioridad diaria es buscar el pan, una libra de arroz y panela para su familia.
Aureliano, algo delgado pero con mucha energía cuenta que no todos los días puede completar lo del arriendo y la comida, por eso cuando le sale trabajo en obras de construcción guarda su carro de dulces y se va a trabajar como obrero.
“Cuando trabajo en las obras me dan 150 mil pesos en la semana, entonces tratamos de ahorrar para cuando se acabe ese trabajo. Aunque ahí si les llevo huevos, galletas, leche y menudencias para un caldito, eso es un manjar, para nosotros”, dijo como si estuviera degustando los alimentos que menciona.
Su esposa no puede trabajar porque debe hacerse cargo de los niños. Aureliano dice que ha buscado trabajo en varios lugares pero ha sido difícil encontrarlo, pues no pudo terminar el colegio porque salió desplazado del Huila y cuando conoció a su esposa, en Manzanares, Caldas, al poco tiempo se casaron y empezaron a trabajar, ella en casas de familia y él en construcciones, pero nunca tuvo oportunidad para estudiar.
Pasadas las 10:00 de la mañana, Aureliano logró  vender 60 dulces, es decir, tiene 3000 pesos y los lleva a su casa para que su esposa pueda comprar algo con qué hacer el almuerzo, mientras él trata de ajustar con algo más el presupuesto para la comida del día y en la tarde vender lo necesario para completar el arriendo.
Su hijo de 8 años hace parte de los 45 mil niños que están matriculados en una institución pública del municipio y aunque Aureliano es consciente de que la gratuidad escolar ha beneficiado significativamente a los niños, cree que la educación es muy costosa para padres como él que deben asumir los demás gastos se su hogar que solo cuenta con agua y energía en estrato 1.
La familia de Aureliano hace parte de las 7500 familias pobres  de Risaralda, sin embargo, al tener un hijo con acceso a la educación, 2 servicios públicos y pagar un arriendo, no son considerados como pobres extremos.
*El nombre fue cambiado por petición del protagonista de esta historia.
Cifras del Dane
En 2011, el 13,4% de los hogares no tenía ningún ocupado y estaban en la pobreza extrema, seguidos del 7,5% de las personas que hacían parte de hogares con 1 ocupado, y finalmente, 2,6% de las personas pertenecían a hogares con 2 o más ocupados.
Los cambios entre 2010 y 2011 mostraron una disminución en la pobreza extrema de los hogares risaraldenses con ningún ocupado de -2,2%, con 1 ocupado -3,0% y hogares con 2 o más desocupados redujeron 1,5%.
tomado de www.latarde.com diario de Pereira

No hay comentarios:

TRIBU ARTESANIAS DE MANZANARES