Los criminales ingresaron a la vivienda de la víctima y la asesinaron frente a su esposa. Este crimen no lo reportó la Policía. Temen por rearme de desmovilizados. Terror.
Al estilo de las épocas más crudas de la violencia en el oriente de Caldas fue la muerte del agricultor Alberto Villa Ospina, de 57 años, asesinado en la noche del pasado martes, por dos encapuchados que ingresaron a su casa.
El homicidio fue sobre las 7:00 de la noche, en la vereda Las Mercedes, a dos horas de la cabecera municipal de Manzanares, por la vía que conduce de esta población al corregimiento de Las Margaritas.
La viuda tiene bien marcada en su memoria la hora del crimen, porque en ese momento se acababa de sentar don Alberto en la sala de su finca, para ver el noticiero de la noche. Dice que fue poco después de los titulares.
Terror
La mujer se encontraba en la cocina preparando la comida. Su esposo en la sala. De repente vio un hombre encapuchado que incursionó en la vivienda. Del susto que sintió no pudo reparar mucho al sujeto.
El criminal, vestido de civil y quien aparentemente era alguien joven, siguió derecho y se internó en la vivienda. Ella se asomó al patio de la casa y vio a otro encapuchado parado cerca al lavadero. También de civil, con el rostro cubierto y con un arma en su mano.
La mujer corrió detrás del sujeto que entró a la casa y trató de detenerlo, de preguntarle qué quería. El asesino, sin mediar palabra, la empujó, la tiró al piso y le apuntó con la pistola directo en la cabeza. Ella quedó pasmada por el miedo.
Segundos después se escucharon sólo dos tiros, nada más. Luego el sicario salió corriendo y huyó junto a su cómplice por el monte.
En la sala quedó tendido Villa Ospina, al frente del televisor, con dos impactos de bala en la cabeza. Los tiros fueron certeros. La viuda, por su parte, quedó vencida por el terror y permaneció inmóvil hasta que pensó que los asesinos estaban lejos.
La Policía no llegó
Alertaron a las autoridades y denunciaron el crimen. Agregaron que por el sector estaban los asesinos. Sin embargo, de acuerdo con los parientes de la víctima, los uniformados nunca aparecieron.
Sólo horas más tarde llegó el inspector del corregimiento Las Margaritas a practicar la inspección judicial del cadáver. Luego lo trasladaron hasta Manzanares, donde la Policía Judicial continuó la diligencia.
Según personas de la vereda, en este momento sienten miedo por la posible reaparición de desmovilizados armados en la zona. Expresaron que hace dos semanas asesinaron a otro agricultor y en esta semana atentaron contra otro ciudadano.
Alberto Villa Ospina era casado y tenía cuatro hijos. Era agricultor y, según sus hijos, hasta
donde conocen él no tenía amenazas, ni enemigos. Claro está, reconocen que en algún momento estuvo detenido por un delito menor, pero nada importante.
Las exequias de este agricultor se realizaron eL 20 de febrero, al medio día en el municipio del oriente caldense. El caso quedó en manos de la Policía.
Muertos que no reportan
El asesinato de Alberto Villa Ospina fue un caso que denunció la comunidad.
Sin embargo este caso no lo reportó la Policía.
Quienes denunciaron este crimen dicen que lo hacen para poner en alerta a la opinión pública, con el fin de que se haga algo por la seguridad de esta población.
lapatria.com
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