Recordemos que el nuevo Obispo de Tibú a visitado en varias ocasiones a Manzanares y es gran amigo de la Colonia de Bogota, con quien se reúne frecuentemente.
Uno de los primeros en llegar a la ceremonia fue el alcalde José del Carmen García Palacios, quien se mostró complacido con su llegada y sus proyectos comunitarios.
Cientos de feligreses se agolparon ayer en la Catedral San Luis Bertrán de Tibú para conocer de cerca los sueños, metas y misiones que tiene preparadas para esta comunidad Monseñor Omar Alberto Sánchez Cubillos, nuevo Obispo de la Diócesis de Tibú, en la homilía de la solemne ceremonia de posesión episcopal.
Dijo que ha venido como padre, hermano y amigo a compartir sus anhelos, alegrías, angustias, sufrimiento e historia con la comunidad de esta porción de la Iglesia católica.
“Tengo la convicción de que el inicio de todo proceso debe ser discreto y deben ser modestas las proyecciones, pero quiero soñar para ustedes”, expresó.
Su primer sueño está relacionado con el presbiterio, las religiosas, religiosos y laicos comprometidos, a quienes considera un equipo evangelizador para fortalecer la espiritualidad en comunión.
“Sueño que todos los que entendemos y hacemos parte de esta sociedad y tenemos una responsabilidad con ella, comprendamos que podemos conformar un gran equipo que pone al centro de nuestra misión a la persona. Que reconozca su dignidad sin importar distinción de color, de clase social, religión, ideología o cualquier otra diferencia”, manifestó.
Si todos estamos en la dirección correcta, agregó, centrados en el bien común y en la persona misma, poniendo cada uno lo que le es propio, haremos una gran tarea y veremos la acción de Dios colmándonos de bendiciones.
También dejó ver que anhela que las autoridades compartan con confianza y optimismo este afán para que todos estén orientados en una misma dirección.
“Que las autoridades militares y de policía acojan y abracen este mismo propósito, que los organismos del Estado, las instituciones educativas, las Ong’s, las iniciativas de la sociedad civil y demás entes, se sumen para que nos interpretemos todos como servidores de un mismo pueblo de Dios”, precisó.
Monseñor Omar Alberto, quien estuvo acompañado en su posesión del cardenal, Pedro Rubiano Sáenz; monseñor Luis Madrid Merlano, arzobispo de Pamplona; monseñor Leonardo Gómez Serna, obispo de Magangué y monseñor Enrique Lozano, obispo de Ocaña quiere encontrarse un pueblo muy sensible a los niños y a sus derechos. A ellos les dijo que quiere ser su amigo para ayudarlos a crecer, a sanar, para defenderlos, para enseñárseles a soñar y a multiplicar las esperanzas.
El Señor Obispo, quien estuvo acompañado de señaló que está en busca de un pueblo sensible a los jóvenes necesitados de verdaderas oportunidades en todos los campos para llenarlos de confianza, con el fin de canalizar su creatividad y energía para despertarles el placer de lo trascendente en una madurez integral que los perfeccione.
“Sueño con un pueblo sensible a la mujer para darle el lugar que merece, para hacer valer sus derechos frente al maltrato y la exclusión, para reconocerle todo lo que ella es y significa en la familia, en el mundo del trabajo y la sociedad, para valorar su área evangelizadora y constructora de paz”.
Se refirió a los pobres, a los ancianos, a los enfermos, a las víctimas de la violencia y a quienes experimentan cualquier tipo de sufrimiento y violación de sus derechos.
“Sueño con un pueblo sensible en su entorno natural, capaz de defender y respetar su riqueza ecológica con toda su biodiversidad, protector apasionado del medio ambiente que será en últimas la garantía del futuro de esta región y en consecuencia el futuro de sus hijos. En este entorno, sueño con un pueblo sensible y respetuoso de las comunidad indígenas, de su cultura, de su territorio, de sus derechos como signos de nuestras mas profundas raíces y patrimonio”.
El nuevo Obispo de la Diócesis de Tibú le apunta a que las empresas que existe en la región y las que en el futuro se creen, sean capaces de una economía solidaria, que no se ocupe solo y escrupulosamente de sus propios resultados para la acumulación de capital, sino que tenga la valentía, la generosidad y la responsabilidad de compartir lo que le pertenece a esta tierra y es necesario para su desarrollo integral.
Espera que en su misión pastoral se haga realidad el sueño de paz en la región, el departamento y la diócesis como símbolo y modelo para el camino de la paz en Colombia.
“A todos aquellos que han empuñado y disparado un arma y han ofrecido sus vida por una causa que creen que lo justifica, el Obispo los saluda como hermano. No hay ninguna realidad y propósito que no valga la pena revisarse de nuevo para que los iluminen otras opciones. Seguimos estancados y es necesario avanzar hacia la paz. Ustedes también tienen derecho a disfrutar la paz. No puede la guerra y la violencia envejecernos sin haber encontrado una respuesta y una salida. El obispo les abre las puertas y los invita a la reconciliación y a reflexionar juntos con respeto y confianza plena para encontrar una salida negociada al conflicto” puntualizó la autoridad religiosa.
En su primera eucaristía anunció que hoy viajará a Roma para tomar un curso especial en el Vaticano para obispos y que estará de regreso aproximadamente en un mes.
REINALDO CAÑIZARES ARDILA/CORRESPONSAL
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