El 03 de Junio se llevo a cabo en los diferentes hogares infantiles y cárcel roble de Manzanares un taller de Inteligencia Emocional dirigida por el Psicólogo Wilson Salamanca y la Trabajadora Social Claudia Montoya con las funcionarias de dicha institución en aras de brindar un apoyo complementario que les permita tener más o mejores herramientas para afrontar su quehacer diario.
Para dar inicio se dio la presentación del tema y se definió la inteligencia emocional como la habilidad esencial de las personas para atender y percibir los sentimientos de forma apropiada y precisa, la capacidad para asimilarlos y comprenderlos adecuadamente y la destreza para regular y modificar nuestro estado de ánimo o el de los demás.
Determinándose que el concepto de inteligencia no está solo indicado por el nivel de coeficiente intelectual sino plasmado también en las diversas capacidades de las interacción humana que influyen en un mejor desempeño social a través de una comunicación asertiva adecuada y la solución de problemas.
Esta habilidad para manejar emociones de forma apropiada se puede y debe desarrollar desde los primeros años de vida ya que las emociones se expresan desde el nacimiento, un niño amado, acariciado, será un niño con confianza en sí mismo, un niño seguro. La educación no solo contempla aspectos intelectuales y rendimiento escolar, actualmente se está poniendo énfasis al desarrollo de habilidades emocionales y la autoestima, es decir la educación de los sentimientos, la valoración de sí mismos.
Las personas con inteligencia emocional:
Ø Aprenden a identificar sus propias emociones.
Ø Manejan sus reacciones emocionales identificando maneras adecuadas de expresarlas.
Ø Desarrollan una aceptación incondicional de sí mismos y de los demás.
Ø Desarrollan el autocontrol y la empatía: ponerse en el lugar del otro.
Ø Desde pequeños aprenden que existen distintos tipos de situaciones y que cada una les exigirá unas u otras respuestas: Resolución de problemas.
Continuando con la actividad se realizo un socio drama donde las participantes actuaban según la situación planteada, con la única condición de no hablar, las demás participantes debían identificar lo que su compañera expresaba por medio del drama, dichas situaciones eran comunes en su cotidianidad y esto permite establecer claramente la diferencia entre sentimientos y emociones, que se presentan en el diario vivir y como responder adecuadamente a cada uno de ellos.
Para finalizar se realizo una pequeña retroalimentación de la sesión despejando dudas y preguntando a las funcionarios sobre la importancia de la temática y como aplicarla en el desarrollo con los niños, se evaluó el desarrollo de la sesión y se dio por terminada esta.
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