22 feb 2009

A los cafeteros en Manzanares les volvió a caer la roya



Secretaría de Agricultura dice que hay rumores de que la enfermedad está mutando. Se estima que en el oriente de Caldas se afectaron el 85% de las áreas. Cafeteros piden financiación.

Son pocos los agricultores que se atreven a calcular cuántos de sus cafetales están dañados. Son menos los datos que ha entregado el Comité Departamental de Cafeteros de Caldas y aún más reducidos los de la Federación Nacional de Cafeteros.

Pese a ello, todos saben sobre los estragos que está causando la roya en Colombia, pues ya se habla de unas 37 mil hectáreas amenazadas, equivalentes a algo más del 4% de la producción total.

Mayor es el efecto en Caldas, el segundo productor de café en el país. En especial en el oriente donde unos alcaldes se atreven a decir que se superan las 5 mil hectáreas infectadas. Hasta ahora no hay datos concretos.


Sin embargo, si se tratara de dar un diagnóstico de la vida y la situación que hoy tienen los cultivadores del oriente de Caldas, solamente por el color de sus cafetos, se podría decir que un gran número, en especial en el oriente, está en cuidados intensivos.

Otro paisaje
Los verde oliva y esmeralda que los caracteriza, se transformaron en unos matices verdes pálidos y amarillentos, acompañados por más chamizos secos y ramas de colores café y grisáceo.

De un momento a otro desaparecieron los tonos rojizos y fructíferos de las pepas que antes colgaban de los árboles, y los colores oscuros y brillantes que se veían a lo lejos en cultivos tupidos, hoy fueron reemplazados por pocas hojas con pecas blancas y polvo amarillento.

Lo único que se ve a distancia son unos cultivos secos, diferentes a todos los cafetales que por tradición se conocen en Colombia, con una serie de ramas paradas, como si hubieran sido cardados.

A diferencia de las famosas cosechas colombianas de traviesa o de producción grande que se recogen, esta vez son cientos los productores que se ven a gatas, como dice Juan Dios Arboleda, quien tiene su finca en el corregimiento de Samaria, Vereda Los Planes, en Manzanares (Caldas), vía a Marquetalia.

Del recorrido por sus cerca de 12 mil palos solo logra tomar unos cuantos granos. Al punto que a las 11:00 de la mañana únicamente está por llenar un tarro plástico de café o una lata (unos 12,5 kilos) .

La descripción parece irreal o exagerada, pero cuando se le acompaña en parte de su recorrido se evidencia que muchos de sus c aturros sólo tienen para ofrecerle 10 o 15 granos por palo, si mucho.

Vuelve y aparece

¿Qué pasó? Desde octubre pasado se comenzaron a hacer esta pregunta los productores y las mismas instituciones cafeteras que hasta hace poco daban un canto de victoria por la desaparecida enfermedad que, paradójicamente, brotó en Caldas hace 25 años y cinco meses.

Los primeros reportes en regiones como Manzanares y Marquetalia informan de unas 5 mil hectáreas afectadas en mayor o menor grado.

Según algunos técnicos, gran parte de los problemas se generaron por descuido, pues al tener poco capital para invertir en sus plantaciones, redujeron los controles.

También se suma el hecho de que muchos de los productores del oriente se resisten a cambiar sus variedades como el Caturro, Típico o Pajarito y Borbón por la Variedad Colombia, pues según ellos, en esta última variedad el grano es muy pequeño y la experiencia les ha enseñado que es menor la producción, sostienen.

Pero los mismos cultivadores se defienden y resaltan que las fuertes lluvias se convirtieron en las principales culpables de que vuelva a aparecer este hongo que genera un “amarillamiento” en las hojas, produce la caída de las mismas y la defoliación inminente del árbol, acabando de paso con cualquier producción que se espere.

Por encima de esta mala situación con que comienza el año, el temor que hoy tienen los cultivadores es que tendrían que enfrentar unos dos años de mala o ninguna producción, pues esos son los cálculos que se hacen, cuando se presenta este tipo de hongo.

A eso se suma el riesgo de que la roya esté mutando, pues según unos cultivadores, jamás se había visto una enfermedad tan agresiva, que ahora incluso le llegó a la misma Variedad Colombia.

Entre todos esos males, otro de los dolores de cabeza que enfrentan los cultivadores es que no tienen capital de trabajo, ni recursos para recuperar sus cafetales, por lo que mientras repasan cada palo de café y cogen cada pepa, las preocupaciones los siguen agotando.

Se salvó la radio

Antes de entrar a Manzanares, en la vereda La Ceiba, Benedo Antonio Gutiérrez también se queja, en su finca La Yuliana.

Explica que paradójicamente a veces las cementeras se ven así, peladas, por mucha producción. Pero este no es el caso. “Algunos palitos se vuelven a revestir, ¿pero qué hacemos si vuelve la roya y de nuevo las tumba?”.

Una difícil situación en Manzanares

Lo que se viene para municipios como Manzanares es mucho más complicado de lo que parece.

Así lo plantearon abiertamente el Alcalde y la Secretaría de Hacienda de este municipio, al resaltar el bajo poder adquisitivo con que queda la región.

Según explicó el Alcalde, Guillermo Ramírez Ospina, solo hacia finales de año, donde se recoge la cosecha de traviesa, el nivel de producción fue mínima, pues los problemas de roya prácticamente devastaron las áreas sembradas.

Los estimativos en esta región es que se afectaron 15 veredas y por lo menos unas mil hectáreas tuvieron problemas.

Para la Secretaria de Hacienda del Municipio, Elizabeth Giraldo, el problema cafetero se refleja en concreto al momento de pagar los impuestos, por lo que se iniciaron acuerdos de pago.

Hoy el nivel de mora o conocido como el “debido cobrar”, que incluye el impuesto predial, Industria y Comercio y Servicio de Aseo, superan los mil millones de pesos, unos 200 millones de pesos más del recaudo anual que hace el municipio, por recursos propios.

Los afectados

* Jhonny Bedoya, cafetero de la vereda Campoalegre (Manzanares): Por lo menos el 60% de mi café se me perdió. No tengo recursos para financiar, ni para comprar fertilizantes.


* Luis Carlos Arango, sector Patio Bonito (Manzanares): “No tengo con qué fertilizar, todo está paloteado y me tocará esperar para ponerles cuidado a mis palos”.


* Álvaro López, vereda Los Planes (Manzanares): Tengo 2 mil palos de café y todos están afectados. Dígame qué hace uno ahí.


* Félix Antonio Escobar, vereda Los Planes (Manzanares): Tengo 15 mil palos de café y lo que no dañó el invierno, lo afectó la roya. ¿Qué voy a hacer?, sustituir una parte.

* María Libia Cuartas, finca Santodomingo (Manzanares): Muy mal. vamos a sustituir los palitos, ya tenemos listos unos 8 mil. Ahh, pero nada de Variedad Colombia, pura Caturra.


* Ofir Botero, sector El Mineral ((Manzanares): Eso está muy fregado, mi marido es el que sabe, pero los daños son muchos, casi todo está paloteado.

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