
Situación similar se vive en los departamentos del Tolima, Cundinamarca y Quindío. Daños afectan por lo menos la cuarta parte de las cosechas.
El famoso hongo que se propagó con fuerza en Colombia y en especial en la zona central de Caldas hacia 1983 , está haciendo de nuevo estragos en varias regiones del país.
Aunque solo la próxima semana el Comité Departamental de Cafeteros de Caldas entregará un estudio detallado por zonas, según algunos miembros del Comité y varios cafeteros, ya existen índices de infección de roya de hasta el 20% y el 25% en varios municipios, en especial del oriente de la región. Entre ellos se cuentan Manzanares, Samaná, Bajo Marquetalia, y en general las zonas más calientes, entre los 1.300 y los 1.400 metros sobre el nivel del mar.
De acuerdo con Marcelo Salazar Velásquez, miembro del Comité, son evidentes los problemas sanitarios, pues en menor o en mayor grado la infección se ha propagado por todo Caldas.
Solo en el oriente, donde la mayoría son pequeños productores, se habla de daños hasta en el 70% de sus plantaciones.
Para el dirigente uno de los mayores temores es que este hongo puede afectar la producción de dos años, por lo que se ponen en riesgo las cosechas de 2009 y 2010.
Fuerte impacto
Aunque el propio Centro Nacional de Investigaciones del Café (Cenicafé) reconoció que ya se había olvidado este problema debido a la sustitución de cultivos con nuevas variedades, de nuevo está tomando fuerza, ante las continuas lluvias que se convirtieron en el principal enemigo del sector.
A esto se suma que muchas de las áreas continúan sembradas en variedades como el Caturro y el Tradicional o Típica.
Solo en Caldas se estima que de unas 87 mil hectáreas sembradas en café, el 70% está sembrado en Variedad Colombia, un 8% Variedad Castillo y por lo menos el 20% restante está sembrado con Caturro, Típico o Pajarito y Borbón.
El Director de Cenicafé, Gabriel Cadena, explicó que en un período de cuatro años este mal puede acabar con toda una cosecha, pues las defoliaciones que produce en las hojas pueden afectar como mínimo el 25% de la producción por año.
Pero los daños de este efecto silencioso, no solo se han reportado en Caldas, sino en regiones como Cundinamarca, Tolima y el Quindío, aseguró Cenicafé.
Alertas tempranas
El Director del Comité Departamental de Cafeteros, Alfonso Ángel Uribe, explicó que ya se comenzaron a aplicar las conocidas alertas tempranas, tal y como se hizo en el 2007 cuando hubo un brote fuerte de broca.
Esas alertas tienen como objetivo realizar una serie de campañas preventivas entre el resto de los productores para evitar que se propague la infección, y un acompañamiento con los que ya están afectados para tomar los controles respectivos.
Para Marcelo Salazar la gran paradoja es que en medio de los buenos precios que se tienen y de la escasez mundial de café, el escenario para Colombia puede ser igual de complicado por cuenta del mal clima y de un hongo que amenaza de nuevo la producción en 2009.
Efectos de la roya
* De acuerdo con Cenicafé uno de los mayores efectos de la roya es que se caen las hojas y se produce la defoliación del árbol. Con la enfermedad se merma la calidad de la almendra, pues no existe cantidad suficiente de hojas para recibir los rayos del sol y hacer el proceso de fotosíntesis.
* Debido a eso no hay una buena producción.
* Entre las medidas de control se incluyen las desyerbas y aplicaciones de abonos para que la planta se fortalezca de nuevo y produzca follaje.
* Luego de este proceso, se inicia un proceso de aplicación de fungicidas a base de cobre, con las dosis y las frecuencias recomendadas, según el impacto.
* Otra de las opciones que hoy se plantean es que los cafeteros aprovechen la opción de renovar, para tener variedades resistentes como la Variedad Castillo y la Tabi, de porte alto.
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