La hora y media que duró esta fiesta familiar fue presidida por el Rector del Santuario Mariano Nacional Padre Omar Alberto Sánchez Cubillos., O.P. que con su oratoria religiosa iluminó la vida de toda la comunidad asistente, como también la de los santandereanos, boyacenses y cundinamarqueses que lo escuchan todos los días a través de la emisora Reina de Colombia 92.6 FM. Los caldenses también nos nutrimos de esta obra evangelizadora del Padre Omar y se lo manifestamos durante todo el día acogiéndolo con nuestra particular hospitalidad amorosa. El padre que se desplaza por todo el país llevando este mensaje de amor, afirmó: “la gente más fraterna y acogedora del país es la Manzanareña”
¡Valió la pena la madrugada!, ¡no sentimos la hora y media de misa!, ¡qué bonito el sermón! , ¡la bendición!, ¿cuando van a volver? ¿Por qué no se quedan viviendo con nosotros? , todas fueron expresiones de una comunidad dispuesta a recibir a Dios en sus vidas y a trasparentarlo en obras concretas.
Esta comunidad manzanareña católica, hoy está liderada por un párroco que testimonia el seguimiento de Jesús, desde la humildad y el servicio a la comunidad…Nuestro párroco Nelson Jair graduado de Universidad Romana, llega a nuestro pueblo en buena hora, para ayudar a retomar el rumbo de los valores cristianos tan necesario en esta época de violencia familiar, de hedonismo juvenil, de mercantilismo de la vida, de alcoholismo “justificado” y de pobreza generalizada.
La contradicción social, presente en estas sociedades postmodernas, se vio reflejada en Manzanares el pasado domingo: mientras las personas se entregaban por completo en atenciones y cariño hasta hacernos sentir en familia (típico comportamiento de los manzanareños) otros, desde una absurda polarización política, hacían todo lo contrario con su más cercanos manzanareños. Ojalá las enseñanzas de amor y cultura de la mayoría, sean ejemplarizantes para aquellos que aún se dejan y se dividen por intereses individuales y pierden el horizonte de lo comunitario.
La visita de la Virgen del Rosario de Chiquinquirá a Manzanares nos deja como enseñanzas: - el papel tan importante que debe seguir protagonizando la Iglesia para la construcción de una autentica comunidad de hermanos pacífica y tolerante; - ratificamos los mas valioso que nosotros tenemos que es la hospitalidad de la gente; - aprendimos que podemos y debemos seguir trabajar juntos: instituciones, medios de comunicación, comunidad, iglesia, colonias, fundaciones.
Tenemos la esperanza de que, con esta visita, la Virgen de Chiquinquirá nos arrope con su manto protector para lograr para los pobladores de Manzanares, una vida llena de realizaciones, donde brille la justicia social y la convivencia pacífica.
Crónica por Ramón Eduardo González Salazar
Colonia de Manzanares en Bogotá
No hay comentarios:
Publicar un comentario