Nestor Villegas Duque, personaje destacado de Manzanares (Caldas) fue autor del diccionario titulado “El Habla Antioqueña en Carrasquilla”, “Un Manzanares de hace Tiempos”, entre otras. El Diccionario de Nestor Villegas, publicado en tres volúmenes constituye una muestra de disciplina e inteligencia de su autor así como de la riqueza del idioma regional del cual el antioqueño Tomas Carrasquilla es el Maestro.La historia de su vida es casi inverosímil por lo que significa como voluntad de superación, como esfuerzo personal, como capacidad de sacrificio. Leyéndola se comprende que el heroísmo no está siempre en el bronce de las estatuas. Cuando ejercía el cargo de portero-escribiente en un Juzgado de Circuíto de su tierra natal, encontró en la Gaceta Oficial de Caldas la noticia de que a su pueblo le había sido asignada una beca en el Instituto Universitario de Caldas. Determinó entonces presentarse como postulante y emprendió el penoso viaje a Manizales, sin ropa y sin blanca, llevando los certificados del cura, del alcalde y de las personas principales sobre su conducta y pobreza. Viajó a pie en las condiciones más difíciles. Superadas todas las pruebas se le asignó la beca, y un año más tarde era ya profesor del claustro. Esto lo dice su compañero de bachillerato el Dr. Silvio Villegas.
Estudió Medicina en la Facultad de Medicina de la Universidad Nacional en el viejo claustro de Santa Inés, se especializo en Pediatría en París, Luego vino a trabajar a su pueblo y el mismo nos describe en su autobiografía Estampas Interiores el ejercicio de la medicina rural.
Atendiendo devotamente a su noble misión, el médico del pueblo vive aislado del progreso de su arte, por falta de intercambio de ¡deas con quienes enriquecen y ventilan sus conocimientos en las universidades y conferencias del país o del exterior. Si no fuera por las revistas que le llegan, retrocedería o se quedaría petrificado, inerte, como el monolito de una cultura apagada y fenecida.
Pero, en cambio, con qué maravilla se desarrolla en él un sexto sentido, apenas adivinado en los grandes centros. Es un sentido que a veces es intuición poderosa o finísima observación. En todo caso, hay que ver lo que dicen el aspecto de una piel, la vaguedad de una mirada, el color de una conjuntiva, la anormalidad de una respiración, la alteración de un pulso, el timbre de una voz, la frialdad de unas extremidades, el tono de unos músculos. Su capacidad de raciocinio para resolver problemas sin el concurso de los laboratorios es a veces desconcertante. Por razón de la necesidad es más listo, más avisado, más perspicaz... Y qué desinterés. El médico de la ciudad acosado por imperiosas solicitudes, necesidades y obligaciones, ejecuta la explotación comercial de su oficio. El del pueblo nada o muy poco. El desprendimiento en él va de brazos con el del buen cura de parroquia y juntos hacen cada día su jornada de caridad.
Regresó a Manizales para desempeñar La Secretaría de Educación del Departamento de Caldas. Fundo El Hospital Infantil de Caldas en 1.937, y hasta 1.943, el Hospital estuvo bajo su Dirección, hoy en día la Cruz Roja de Caldas ha seguido guiando los destinos del Hospital Infantil.
Se casó con la señorita Carlota Botero, de cuyo matrimonio queda una hija (Anita Villegas Botero), luego de muchos años de actividad profesional en Manizales, se trasladó a Bogotá donde continuó su ejercicio profesional y se fue dedicando a las letras que siempre había cultivado.
Su libro Mutis: una obra y un espíritu es uno de los estudios más documentados sobre don José Celestino Mutis realizador de la Expedición Botánica. Murió en Bogotá.
Editada por Julian Fernando Gómez C.
Bibliografia: Biblioteca General U. Javeriana
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