
Álvaro Marín nació en Manzanares, Caldas, Colombia, en 1958. Hechizado por la poesía de César Vallejo y Miguel Hernández publicó su primer libro de poemas, Jinete de Sombras, en 1992. La publicación fue un reconocimiento que le hizo la Casa de Poesía Fernando Mejía de Manizales, luego fue invitado al Diario El Espectador de Bogotá para colaborar con notas sobre cultura y literatura en el Magazín Dominical dirigido por Marisol Cano y coordinado por el poeta Juan Manuel Roca, medio que jugó un papel crítico importante en la vida cultural del país en los años noventa. El hechizamiento con la literatura y la poesía fue mayor cuando leyó a los poetas Cardoza y Aragón y José Lezama Lima y a los narradores Macedonio Fernández y Alejo Carpentier, tenía en este tiempo una lectura de escritores europeos, pero el acercamiento interesado a la expresión latinoamericana fue para él una revelación de sentido histórico y poético a la vez. Recibió otro reconocimiento en poesía al ser destacado uno de sus libros: Noche líquida en una convocatoria latinoamericana del Festival de Poesía de Medellín. Publicó en 1997 La brújula no quiere marcar más el norte, un libro de ensayos sobre cultura, política y literatura. En la actualidad trabaja en un ensayo sobre la expresión latinoamericana y en algunos procesos de comunicación popular. Refiriéndose a su obra Rodríguez Tosca afirma: “Nos sentimos desubicados cuando dejan de escucharse las réplicas del eco y una voz venida desde la entrada de la cueva nos alecciona con una monserga diferente. No debería desconcertarnos una visita que, lejos de irrumpir sin permiso para desordenarnos la casa, nos regala una ruta de más. Yo la recibo como una alternativa de lucidez en medio de la solemnidad pragmática con que suelen abordarse los llamados temas trascendentales.”
CRÓNICA DEL PASO DE LA CORDILLERA (Fragmento)
Cabezas clavadas en las puntas de las lanzas nos muestran que no somos los primeros en intentar el paso de la piedra empinada. La realidad es feroz, lo monstruoso domina por el terror: la realidad pura, la estrecha realidad de la muerte representada como cabeza lanceada es una forma del terror.Vamos, unos dormidos, otros sonámbulos; otros deliran: “esta es la historia” dice el moribundo entre los brazos de su mujer, “esta es la historia, es el paso de la cordillera en el año de 1819”. Desvaría, el pobre delira.
Y alguien pregunta por los hombres talados, por los cuerpos arrojados al río: es la mujer, la fantasma loca, la esposa del supliciado. ¿Quién viaja por estas laderas de muerte? Pasan los arrieros del viento con sus recuas de mulas hacia la colina incendiada.
Las toscas medialunas de las herraduras tachonan la noche de verdinegra melancolía: mulas de fuego y mansedumbre, mulas de grano y de arsenal, monturas del relámpago, mulas de oro, grises mulas de sombra y camisas sangrantes, cadáveres al lomo de la niebla. Mulas del páramo y de la ardiente playa, bestias de dios en la procesión silenciosa, en el misterio de no saber hacia donde llevan nuestro cuerpo talado como un tronco de árbol.
Y estas medialunas relumbran sobre el pan amargo y sobre las cuerdas reventadas que los músicos ya no saben tocar: los dedos separados del pie, los ojos ya fuera de sus cuencos. Pasan los frutos desprendidos del árbol, y es realmente el cuerpo de Colombia el que pasa en andas sobre el lomo de los caminantes en la fiesta del Corpus.
JAMÁS BÁLSAMO
Noche: sexo de la tierranegra negrísima noche.Arribamos al silencioa su caída de hoja al vacíodescendemos a una profunday silenciosa heridaen el socavón de la nochebuscándonos, acariciantes como si fueran luz nuestros cuerpos.Ocultos bajo la piel entre las aguasde un negro océano.Continuamente caemoscomo las hojas del viejo árbolcontinuidad de los cuerpossiempre herida y fulgor jamás bálsamo.
Nos herimos con nuestra sed amor dices aún en la herida¿cuánta guerra por un poco de luzcuántos días huyendo?
Escuchamos nuestras voces¿pero cuáles son nuestros nombresen el vacío?Ven dice ella entra de nuevo al musgoy humedece el polvo de mis huesosyo también tengo sed.
AGUA CENICIENTA
Agua estancada,muertos que no han muerto aúny yacen en el fondo.Pequeños seres detenidos:esa mujer tiene una voz bella, canta,y su voz crecey su cuerpo de burbujas es una niña viejaatrapada en el sedimento. O aquel hombrehubiera sido un patriarcay sólo es el rey de sus andrajos.Y los niños que se suicidan en mitad del juego,y los perros y los flacos caballos citadinos.Agua de olvido, agua cenicienta,con las algas, las anémonas y las muñecas desmembradasy la voz bella de la mujer que cantay nos llama desde el fondo del agua estancada.
Agua estancada,muertos que no han muerto aúny yacen en el fondo.Pequeños seres detenidos:esa mujer tiene una voz bella, canta,y su voz crecey su cuerpo de burbujas es una niña viejaatrapada en el sedimento. O aquel hombrehubiera sido un patriarcay sólo es el rey de sus andrajos.Y los niños que se suicidan en mitad del juego,y los perros y los flacos caballos citadinos.Agua de olvido, agua cenicienta,con las algas, las anémonas y las muñecas desmembradasy la voz bella de la mujer que cantay nos llama desde el fondo del agua estancada.
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